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DESAYUNO DE BUITRES, FARSA POLÍTICA EN TULUM.

Por Joaquín Quiroz.

El arte de la política en Tulum, esa pintoresca escena de un juego de ajedrez donde los peones se disfrazan de reyes y las torres sueñan con ser damas. Aquí tenemos una mesa no de negociaciones, sino un festín de buitres, un desayuno de los que se sienten herederos de un trono que nunca fue suyo.

Esto a colación por la foto que quieren viralizar, y que más lástima ajena da que otra cosa, de un desayuno tulumnense entre quienes se sienten los dueños de la batuta de la orquesta política de Tulum.

Hablemos de Jorge Portilla, ese Don Quijote de la política local que, armado de una necedad inquebrantable y la gorra del PT, parece más listo para un desfile de modas de indumentaria partidista que para gobernar.

 Se postula una y otra vez para la presidencia municipal, tropezando con su propia ambición, ignorando que las urnas ya le han dicho “no” con el estruendo de una puerta cerrándose en sus narices.

Por otro lado, tenemos la ironía shakespeariana de Víctor Mas, el enemigo acérrimo de Marciano Dzul, quien, como una figura sacada de una tragedia griega, se encuentra ahora en la posición de aquel a quien una vez intentó desbancar. 

La política, como vemos, no tiene memoria ni lealtades; solo apetitos voraces y una amnesia conveniente.

Y en este juego entra Romualda Dzul, la hermana olvidada, Ileana Canul la viuda del líder político. ¿Política ella? Más bien una sombra en un teatro de marionetas, donde ser esposa de un político la coloca, por osmosis, en el tablero de juego. 

No, señora, no se hereda la política como se heredan las joyas de la abuela; se construye, se gana.

A la mesa también se sienta la viuda, cuyo único mérito político es haber entregado roscas de reyes y sonreído junto a su marido. El poder no se transmite por contacto, sino por competencia y mérito, algo que parecen haber olvidado estos comensales.

En medio del duelo y el dolor, mientras Tulum aún se secaba las lágrimas por Marciano Dzul, nuestros protagonistas ya preparaban su próximo acto. No hay luto que aguante el hambre de poder, parece ser el lema no escrito de estos estrategas de pacotilla.

Ahora bien, el legado político de Marciano no está en el menú de este desayuno caníbal. Está en las manos de su hija Silvia Dzul, la actual diputada local, quien seguramente mira esta escena con el desdén que merece. 

Y hoy preside la comuna y tiene todo para reelegirse Diego Castañón, a quien Marciano Dzul tal vez adelantándose a lo que hoy sucede, le vio como alguien para llevar bien su legado y puso su confianza y equipo con él.

Así que hermana y viuda de Dzul y Portillano pueden simplemente autoproclamarse herederas de un legado que no han construido.

Esta comparsa de pretendidos estrategas no es más que una sátira viviente de lo que debería ser el servicio público. Un teatro del absurdo donde los actores olvidaron que al final del acto, el público —el pueblo de Tulum— tiene la última palabra. Y esa palabra, hasta ahora, parece estar cargada de un sarcasmo mordaz que refleja el descontento de una audiencia cansada de ver siempre la misma mala obra, con los mismos actores, nomás que más desgastados y hambreados que antes.

“TRIUNFO SOBRE LA CORRUPCIÓN: LA RUTA DE ANA PATY PERALTA PARA UN CANCÚN RENOVADO Y EN LO POLÍTICO LA REELECCIÓN EN LA BOLSA”

En una jugada maestra de liderazgo y rectitud, la alcaldesa Ana Paty Peralta ha trazado una línea divisoria en la arena de la política local: de un lado, la tolerancia cero a la corrupción y del otro, el compromiso inquebrantable con la seguridad y el bienestar de los ciudadanos de Cancún.

Con la decisión inapelable de dar de baja a 37 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y Tránsito por corrupción y abuso de autoridad, Peralta no sólo ha mostrado su mano firme, sino que ha encendido la antorcha de la esperanza para una ciudad que anhela la transparencia y la justicia. 

Es un paso audaz, sí, pero más aún, es un grito de guerra contra la impunidad que por demasiado tiempo ha ensombrecido a las instituciones encargadas de proteger y servir.

El mensaje es claro y resonante: no habrá santuario para los corruptos bajo su mandato. Pero, como toda estratega sabia, la alcaldesa sabe que la depuración no es suficiente. Por ello, su visión se extiende hacia un futuro donde la videovigilancia, la certificación de la Academia de Policía, y la incorporación de nuevas tecnologías en seguridad no son solo promesas, sino realidades en marcha.

Y no termina ahí. Ana Paty Peralta entiende que para forjar una fuerza policial que sea tanto profesional como eficiente, la mejora en los salarios de los oficiales es un imperativo moral y práctico. Porque al final del día, una policía bien remunerada es una policía que sirve con dignidad.

En el ámbito político, la alcaldesa ha confirmado su intención de participar en el proceso interno de MORENA, mirando hacia el 2024 con los ojos puestos en el horizonte pero los pies firmes en el presente de su gestión. “Hoy estoy trabajando por Cancún”, afirma con la convicción de quien sabe que el trabajo duro y los resultados palpables son los que construyen un legado duradero.

La prudencia de Peralta también brilla cuando habla de los tiempos políticos, manteniendo el pulso de la administración y deseando que la eficiencia no se vea mermada por la política de aspiraciones. 

Es la voz de alguien que, sin lugar a dudas, está construyendo un Cancún para todos, de la mano de Mara Lezama su jefa y guía, un Cancún más allá de la política, un Cancún que se levanta con ella al timón.

Ana Paty Peralta no solo está haciendo historia junto a Mara Lezama; está redefiniendo el futuro de Cancún con la firmeza de sus acciones y la claridad de su visión en una reelección que de mucho beneficio será para el pueblo, y en el que trabaja intensamente la alcaldesa.

CURVA PELIGROSA….

En el desfile de aspiraciones a la candidatura en Quintana Roo, Xóchitl Gálvez Ruiz, con su séquito de promotores que parecen más perdidos que políticos en una biblioteca, nos regala una comedia digna de palomitas. 

Eduardo Lorenzo Martínez Arcila, visto en las esquinas repartiendo el “amor” por Xóchitl como si fuese el último volante en una feria de pueblo, y Mayuli Martínez Simón, la senadora que tras seis años de hibernación legislativa, despierta al temor de tener que buscar trabajo fuera de las cómodas oficinas gubernamentales. 

Con tales campeones en su esquina, pobrecita Xóchitl, parece tener la misma oportunidad de triunfo en Quintana Roo que un trineo en el Caribe.

Y recuerden… Esto es Sólo para Informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, Twitter, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten nos leemos pronto Dios mediante pero que sea Xlalibre 

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