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Crónicas de un naufragio anunciado: el ocaso de la XVII Legislatura en Quintana Roo

*Leobardo Rojas parece haber confundido el liderazgo del PRD con el papel principal en una comedia de errores

* La Comisión Federal de Electricidad ha decidido, en un acto que raya en el desdén burocrático, excluir a Quintana Roo del subsidio a las tarifas preferenciales

Por Joaquín Quiroz Cervantes

En el turbio mar de la política quintanarroense, la XVII Legislatura navega hacia su crepúsculo, no con la dignidad de un barco insignia, sino más bien como un navío que ha perdido el rumbo, zozobrando entre escándalos y un desempeño que dejará más sombras que luces en el recuerdo de los ciudadanos. Mientras algunos parlamentarios se apresuran en campañas electorales, esperanzados en renovar su estancia en el poder, hay quienes se aferran a sus curules como desamparados a los restos de su naufragio político, contando los días para su inevitable despedida.

Las figuras de Susana Hurtado y Yohanet Torres Muñoz brotan, no como destellos de liderazgo o gestión efectiva, sino como símbolos de un sistema que, a menudo, premia la lealtad sobre la competencia y el espectáculo sobre la sustancia. Hurtado, cuyo logro más notorio fue un triunfo electoral sobre Morena, parece haber transitado por la legislatura como quien pasea sin dejar huella, invisible en el debate y ausente en la acción. Su historial, pese a cargos previos, no refleja un legado de iniciativas o liderazgo que justifique su presencia en el escenario político más allá de la polémica de regalar prendas íntimas en campaña, un acto que ella misma ha promovido pero que ahora parece renegar.

Por otro lado, Torres Muñoz, cuya carrera sugiere un ascenso no por méritos propios sino por conexiones políticas, encarna el tránsito de la eficiencia burocrática a la ineficacia legislativa. Su paso por el Congreso, lejos de ser una extensión de su influencia previa, ha sido una sombra, una presencia efímera que ni siquiera ha logrado más allá que haber sido cómplice y parte del saqueo del chespirato.

Este dúo representa la cara decepcionante de una legislatura marcada por la mediocridad, donde la falta de iniciativa, visión y autenticidad ha sido la norma. No es suficiente con ganar elecciones o heredar posiciones; el verdadero desafío es trascender, dejar una huella de progreso y justicia en un entorno tan dado a la complacencia y al olvido. 

La XVII Legislatura, con sus escándalos, su falta de resultados significativos y su aparente indiferencia hacia las verdaderas necesidades de Quintana Roo, no será recordada por sus logros, sino por sus oportunidades perdidas y por aquellos cuyas carreras se extinguirán junto con ella, dejando poco más que recuerdos de una gloria efímera y una profunda desilusión hacia lo que pudo haber sido y no fue.

La tragedia cómica de Leobardo Rojas

En el teatro de la política quintanarroense algunos personajes se destacan no tanto por su destreza en el arte del liderazgo, sino más bien por su talento innato para transformar cualquier escenario en una farsa. Es el caso de Leobardo Rojas, quien parece haber confundido el liderazgo del PRD con el papel principal en una comedia de errores, donde el único aplauso que recibe es el de la ironía y el sarcasmo de aquellos que observan su desempeño desde la butaca de la realidad.

Según los heraldos de XLaLibre, Rojas ha logrado el notable desempeño de no ser inscrito ni siquiera en la lista de diputados plurinominales, una hazaña que en otros ámbitos podría considerarse un fracaso, pero en su universo particular, quizá sea una estrategia maestra de invisibilidad política. Este mago de la desaparición ha llevado a sus candidatos no al estrellato, sino al abismo del olvido, un lugar donde el registro local del sol azteca brille por su ausencia, esa parece es su misión.

El paso de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez por Quintana Roo dejó al descubierto las carencias de una infraestructura partidaria, así como la evidente desconexión entre el liderazgo local y las aspiraciones de una alianza más amplia. La senadora con licencia, en su búsqueda por entender la lógica detrás de las decisiones de Rojas, se encontró con un laberinto de excusas y justificaciones que más bien parecían sacadas de una obra de teatro del absurdo.

Rojas, cuya afición por interponer recursos legales podría fácilmente clasificarlo como un entusiasta del drama judicial, se vio expuesto ante Gálvez no como el estratega que esperaba, sino como un personaje cuya ineptitud rozaba con el ridículo. Este encuentro dejó un sabor amargo en la candidata y planteó serias dudas sobre la viabilidad de su campaña en el estado, marcada por la sombra de un líder cuya mayor habilidad parece ser la de naufragar en el mar de su propia incompetencia.

En el universo paralelo, donde Leobardo Rojas es un líder eficaz, la política quintanarroense sería un cuento de hadas. Pero en nuestra realidad, su gestión se asemeja más a una tragicomedia donde la moraleja es clara: “No todos los que nacen para maceta logran siquiera adornar el corredor”. Y mientras el PRD en Quintana Roo lucha por encontrar su camino de regreso a la relevancia, queda claro que, con guías como Rojas, el viaje promete ser uno lleno de tropiezos, caídas, y, para los espectadores, muchas risas.

Curva peligrosa… 

Una vez más, la realidad política y climática de Quintana Roo se entrelazan en una danza macabra de promesas incumplidas y temperaturas extremas. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha decidido, en un acto que raya en el desdén burocrático, excluir a Quintana Roo del subsidio a las tarifas preferenciales por el servicio de energía eléctrica, a pesar de que el termómetro en algunos municipios ha tenido la osadía de rozar los 40 grados Celsius.

Este déjà vu burocrático rememora el año pasado, un capítulo similar de promesas en el aire donde varios diputados federales de Quintana Roo, en un fervor de compromiso efímero, juraron gestionar este desaire con resultados que brillaron por su ausencia. ¿Se evaporaron acaso estas promesas bajo el mismo sol implacable que golpea a sus electores?

Para 2023, un estudio de la paraestatal CFE decidió otorgar el subsidio únicamente a Benito Juárez y Othón P. Blanco, en una lógica que parece desafiar el calor que no discrimina por coordenadas geográficas. Municipios como José María Morelos, con temperaturas igualmente elevadas y un mayor grado de marginación, quedan relegados a un segundo plano, víctimas de un criterio que parece medir más las finanzas de la CFE que el termómetro.

Este año, la lista de estados agraciados con el subsidio eléctrico se lee como el guion de una obra donde Quintana Roo no consiguió ni un papel secundario. Estados desde Chiapas hasta Veracruz, pasando por Yucatán y Campeche, serán refrescados por tarifas preferenciales que parecen esquivar caprichosamente a Quintana Roo. Es más, se anuncia que el subsidio será aún mayor en entidades como Baja California y Sonora, en una distribución de recursos que parece más inclinada por la política que por la equidad climática.

La situación despierta una pregunta incómoda: ¿qué tan prioritaria es la calidad de vida de los quintanarroenses para quienes toman las decisiones en la CFE y nuestros representantes políticos? La exclusión de Quintana Roo del subsidio no sólo es un golpe al bolsillo de sus habitantes, ya castigados por el costo de la vida en uno de los destinos turísticos más cotizados del país, sino también una muestra de la desconexión entre las necesidades reales de la población y las respuestas gubernamentales.

Este episodio es un recordatorio amargo de que, en el ajedrez de la política energética, Quintana Roo parece ser un peón sacrificable. Las promesas de gestión y apoyo se diluyen como espejismos en el desierto, dejando a los ciudadanos enfrentando solo una certeza: la del calor asfixiante sin alivio a la vista. En este escenario, el discurso político sobre el bienestar y el apoyo a las poblaciones vulnerables se evapora, revelando una realidad de prioridades mal alineadas y una sensibilidad que, al parecer, no resiste el primer contacto con la temperatura de la indiferencia.

Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.

Mi correo: quirozjoaquin@yahoo.com.mx. Sígueme en X @joaquinquirozc y Facebook porlalibrecolumna #Xlalibre #yotambiensoymalix #soyquintanaroo

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