*En este segundo semestre de 2025, los vientos del reacomodo comienzan a soplar con fuerza en el sur y norte de Quintana Roo
Por Joaquín Quiroz Cervantes
Llegamos al segundo semestre de este 2025, y el tic-tac del reloj político suena más fuerte que las promesas de campaña en temporada de desesperación.
Muy cercano está septiembre, que se asoma en el calendario con más peso que una sentencia firme del Poder Judicial: trae consigo el tercer informe de gobierno de Mara Lezama, el cual, guste o no a los opositores de café y teclado, será una vez más una vitrina de lo que significa gobernar con rumbo, voluntad y resultados.
Porque mientras unos andan ocupados en conferenciar sus fracasos o simular sus trayectorias, inventarse reconocimientos por recaudaciones, o jugar a salvadores del pueblo, la mandataria sigue sumando logros que no caben en boletines, sino que se palpan en calles, escuelas, techos y domos.
Y no es casualidad que sea septiembre, el mes patrio, cuando se rinda cuentas, por tercera ocasión, de un gobierno que ha roto inercias, pateado vicios y desempolvado instituciones oxidadas por sexenios de complicidades. Un gobierno donde el “ya no se roba” es más que un eslogan, y donde lo que se hace, se ve.
Pero si eso no fuera suficiente, este septiembre también marcará el arranque de una nueva etapa en el Poder Judicial, tanto en lo federal como en lo estatal. Con la entrega de constancias a quienes la ciudadanía eligió sus nuevos jueces y magistrados, no cabe duda de que estamos ante una transformación de fondo, aunque algunos sigan aferrados al fondo del barril.
En los ayuntamientos, también se encenderán los micrófonos y las pasarelas. Once informes municipales, once oportunidades para ver quién hizo algo más que tomarse selfies en obra ajena y quién, como en cada ciclo, saldrá con presentaciones tan maquilladas que ni el Photoshop se atreve a tanto.
Y mientras los informes se cocinan, el ambiente político ya huele a precampañas disfrazadas de eventos culturales, foros ciudadanos y encuentros con la base; claro, porque ahora cualquiera que entregue un balón, reparta jugo o suba un TikTok se siente listo para la grande. ¡Si hasta quienes no pueden mantener un comité en pie ya se ven en la silla grande!
La realidad es que septiembre es el inicio formal del juego sucesorio, donde cada quien empezará a mostrar sus cartas, aunque algunas ya estén marcadas o quemadas desde antes.
Y sí, aunque 2026 será un año sin urnas, será el campo fértil donde se siembren alianzas, traiciones, acuerdos y filtraciones, rumbo a un 2027 donde se renovará todo… o al menos eso intentarán quienes hoy no dan una pero sueñan con gobernar todo.
Así que, mientras llega ese mes clave, seguiremos viendo espectáculos dignos de reality show: desde quienes se creen influencers de la transformación con diez vistas en vivo, hasta quienes hacen más ruido que propuestas. Porque si algo nos ha enseñado este primer semestre, es que cuando el hambre de poder aprieta, la dignidad suele salir por la puerta de atrás.
Lo dicho: el segundo tiempo ya empezó y como en todo buen partido, algunos llegarán al minuto 90 con goles, y otros con memes.
Pero al final, el reloj no perdona, y en este juego el tic-tac político no da tiempo extra.
Relevos, acomodos y el eterno juego del poder
En la política, como en el dominó, no basta con tener buenas fichas: hay que saber cuándo y cómo jugarlas. Y en este segundo semestre de 2025, los vientos del reacomodo comienzan a soplar con fuerza en el sur y norte de Quintana Roo, donde el tablero gubernamental y judicial se está reajustando con precisión milimétrica y mucho cálculo político.
Comenzamos por lo que será, sin duda, una de las vacantes más codiciadas: la Jefatura de la Oficina de la gobernadora. Con la inminente salida de José de la Peña Ruiz de Chávez, quien se vestirá de toga como magistrado local, queda libre un espacio clave en el ajedrez del Poder Ejecutivo. Un puesto de alto mando, sensible y de acceso directo a Mara Lezama, que tras el paso desastroso del “chespiratista” Artemio Santos, encontró en De la Peña una etapa de estabilidad y operación eficaz.
Vale recordar que Santos salió con más pena que gloria, cargando un historial de errores administrativos que hicieron crujir puertas y ventanas en Palacio. A De la Peña se le reconoció por limpiar ese desastre con mano firme, diplomacia y sin estridencias. ¿Quién tomará la estafeta ahora? Aún no hay humo blanco, pero los teléfonos suenan, los cafés políticos hierven, y las guayaberas y ternos empiezan a ajustarse en más de un despacho.
Otro movimiento de alta relevancia será en la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos de la SEGOB estatal, que deja vacante Judith Rodríguez Villanueva, hoy electa magistrada federal por el voto de más de 86 mil quintanarroenses.
Un cargo técnico-político de peso que exige preparación, temple y alineación con el proyecto transformador. No cualquiera. De hecho, hay quienes ya comienzan a hacer fila con currículum en mano.
Estos movimientos forman parte de un fenómeno cíclico no escrito, pero plenamente vigente: el reacomodo post-informe. Cada septiembre, tras rendir cuentas y lucir músculo político, el gobierno redefine su estructura interna, hace ajustes finos, premia lealtades, y en ocasiones, también poda ramas secas. Este año no será la excepción.
Mientras tanto, en el Congreso del Estado, Renán Sánchez Tajonar asumirá la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (JUGOCOPO). Un movimiento anunciado con alfombra roja, donde él y su colega Jorge Sanén aseguran que “todo seguirá igual”, es decir, sin esas sacudidas burocráticas que cada septiembre causaban vértigo administrativo. Veremos si logran cumplirlo o si el suelo legislativo vuelve a temblar.
Lo cierto es que los próximos días serán de alto voltaje político. Se vienen tiempos de definiciones, de movimientos quirúrgicos y de decisiones que delinearán la segunda mitad de la adminstración estatal. Y como siempre, mientras unos se van con aplausos y toga, otros aguardan su oportunidad para ocupar sillas calientes, con la esperanza de hacer historia… o al menos, no hacer el ridículo.
Así que atentos estemos, que el reloj político no perdona, y en Quintana Roo, el poder nunca duerme, solo cambia de manos.
Curva peligrosa…
En una región como la nuestra, donde las altas temperaturas conviven con tarifas eléctricas aún más elevadas, hablar de alternativas energéticas reales y accesibles ya no es un lujo, sino una necesidad.
Por eso, la inminente llegada de Mi Gas Natural a Cancún, Playa del Carmen y Puerto Morelos representa una bocanada –o mejor dicho, una flama– de esperanza para miles de hogares y negocios.
Aunque el servicio aún no entra en operación, los trabajos están en marcha y el proyecto avanza con paso firme, gracias a la apuesta decidida de la empresa Mi Gas Natural, que ha encontrado en el Caribe mexicano un terreno fértil para impulsar una auténtica transformación energética.
La planeación ya está trazada y la infraestructura comienza a tomar forma: ductos, plantas de distribución y conexiones que pronto estarán listas para brindar un servicio más limpio, más económico y más eficiente.
Playa del Carmen es, hasta ahora, el punto donde el desarrollo ha cobrado mayor fuerza. Ahí se han iniciado las primeras fases técnicas del proyecto, abriendo camino a un futuro en el que los tanques de gas sean cosa del pasado.
En Cancún, los trabajos de instalación avanzan en diferentes frentes y se prevé que pronto comience el servicio doméstico y comercial. Puerto Morelos, por su parte, ya cuenta con una planta de distribución proyectada, lo que habla del alcance meticuloso y estructurado que se ha diseñado para esta iniciativa.
Lo que hay que reconocer es que, a diferencia de tantos otros proyectos que se quedan en buenas intenciones, Mi Gas Natural está avanzando. Sin aspavientos, sin promesas grandilocuentes, pero con trabajo técnico y visión a largo plazo. Y eso merece destacarse.
En los próximos meses, veremos cómo la energía limpia comienza a fluir por esta tierra calurosa y pujante. Una energía que no solo traerá ahorro, sino también mayor seguridad, eficiencia y modernidad para las familias, comercios y centros turísticos de la zona.
Mi Gas Natural no es solo un proyecto: es una señal clara de que cuando el sector privado invierte con responsabilidad y visión, el bienestar de la comunidad sí puede avanzar. Porque en Quintana Roo, cuando se quiere, se puede… y se enciende la tranformación.
Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.
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