Por Joaquín Quiroz
Quien crea que en Cancún las cosas se dan por casualidad, no entiende cómo se mueven las placas tectónicas del poder en Quintana Roo. Y es que, mientras otros apenas están tratando de descifrar el mapa político, Ana Paty Peralta de la Peña ya cerró el 2025 con una hoja de resultados que no le envidia nada a nadie: números claros, cuentas sanas y un tono de gobierno que combina firmeza con sensibilidad social.
Y claro, no podemos entender este avance sin mirar hacia arriba, hacia quien le ha sabido abrir camino, orientar y formar políticamente: la gobernadora Mara Lezama, su jefa política, guía y la arquitecta de una nueva forma de gobernar en el estado. Ana Paty pertenece a esa escuela: la del territorio, la cercanía, el contacto real con la gente, no el de escritorio.
Ley de Hacienda 2026: cuando el orden y la sensibilidad sí se pueden combinar
Cancún arranca su futuro inmediato con una Ley de Hacienda 2026 que no solo cumple las reglas del juego, sino que adelanta jugadas. Mientras en otros municipios se justifican incrementos y ajustes, Ana Paty decide caminar a sin cortapisas:
no hay aumento de impuestos, no se tocan las tablas de valor y se mantienen los apoyos en el predial.
Quien quiera cobrarle más a la gente en tiempos complejos, que lo explique. Aquí, en cambio, se gobierna con sentido común y corazón social.La ley llega con una cirugía mayor: 27 reformas, 12 adiciones, 6 derogaciones. No son pinceladas: es una reingeniería fiscal que le habla directo a un Cancún que crece, que cambia y que exige instituciones a su altura.
Entre los ajustes más importantes:
Armonización con la política nacional de vivienda impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, lo cual no es menor, considerando la demanda y presión urbana de Cancún.
Permisos provisionales en zonas ejidales, un paso valiente para atender la realidad y no seguirla barriendo bajo la alfombra.
Cámaras de vigilancia obligatorias en bares y estacionamientos—una medida que más de uno evitó por años.
Renovación anual de permisos para estacionamientos, contra el viejo vicio de la eternidad administrativa.
Actualización de cobros y eliminación de rangos, para que todos paguen lo justo y no lo que cada quien negocie bajo la mesa.
Los números no mienten: Cancún se ordena, se disciplina y recauda sin lastimar
La meta de recaudación para 2026 es de 8,253 millones, un aumento del 8.08% respecto a 2025.
¿Magia? No. Es resultado de una administración que cobra bien, gasta con orden y cuida cada peso.
De ese total, 5,216 millones serán ingresos propios:
63.2% del total, creciendo 10.6%.
Eso se llama autonomía financiera, no dependencia.
Los motores, saneamiento ambiental,manejo de residuos sólidos, desarrollo urbano.
Es decir, se está recaudando donde se debe, no donde se aprieta a la ciudadanía.
Y con un compromiso firme: cero corrupción, eficiencia, disciplina.
La ecuación es simple: mejores ingresos → más obra pública, mejores servicios, espacios públicos dignos.
2025: el año del despegue. 2026: el año de la consolidación. 2027… bueno, ustedes ya lo están viendo
Este 2025 fue un parteaguas para Ana Paty: se asentó como una presidenta municipal con rumbo, con resultados y con control del tablero. Cerró fuerte, avanzó en ordenamiento urbano, modernizó la administración y aplicó decisiones que otros evadieron por años.
2026 será su año de consolidación.
Y 2027… bueno, basta con asomarse a cualquier café político de Cancún o Chetumal para ver que su nombre empieza a sonar más fuerte de lo que algunos quisieran aceptar.
La ignorancia que ladra y el talento que avanza
Hay momentos en la vida pública donde la realidad se impone sobre el ruido. Y la realidad, esta semana en Benito Juárez, es tan simple como contundente: hubo un relevo profesional, natural, estratégico, dentro del Ayuntamiento; no hubo drama, no hubo fractura, no hubo crisis. Lo que sí hubo, de sobra, fue ignorancia gritándose a sí misma, disfrazada de “opinión”, de “fuente”, o peor aún, de “análisis”.
Porque lo que pasó es clarísimo:
Cindy López asume Comunicación Social del municipio, e Indhira Carrillo se integra a INMOVEQROO, una plataforma que en 2026 será la gran transformación de la movilidad estatal. Punto.
Eso es información.
Lo demás es diarrea emocional.
Lo decimos sin matices:
los ataques contra Indhira Carrillo son producto del resentimiento y la estrechez mental de quienes jamás han sostenido un micrófono con credibilidad ni un cargo con responsabilidad, o así como lo tuvieron lo perdieron por no merecerlo.
Atacar a Indhira —una mujer con trayectoria real, formación impecable, ética profesional y respeto ganado a pulso— es un síntoma más de la enfermedad crónica que aqueja a ciertos personajes: la incapacidad de procesar el éxito ajeno sin sentir que los expone, los desnuda, los evidencia.
Porque claro, cuando se viene de la holgazanería, de los años sin producir nada, de los “análisis” escritos entre corajes y frustraciones, ver a una mujer como Indhira crecer duele. Mucho. Y duele precisamente porque demuestra que, mientras algunos sobreviven inventando chismes, otros prosperan construyendo resultados.
INMOVEQROO será el epicentro de una transformación gigantesca: transporte digno, tecnología, ordenamiento, un nuevo sistema estatal. ¿A quién pondrían ahí? ¿Al opinador de café? ¿Al feisbukero enojado? ¿Al narrador de derrotas? ¿A quien sala todos los proyectos?
Por favor.
Se necesita visión, experiencia, carácter. Y por eso Indhira está ahí. Porque lo merece. Porque sirve. Porque sabe.
Desde aquí reconocemos que Cindy López llega con respaldo, oficio y la confianza plena de la presidenta municipal Ana Paty Peralta para continuar una estrategia de comunicación moderna, directa y cercana a la ciudadanía, donde hará un gran papel.
Las mujeres están ocupando espacios porque tienen capacidad.
Los relevos institucionales son parte de gobiernos que funcionan.
Lo demás son lágrimas mal invertidas.
Quienes hoy brincan, atacan y fantasean con conspiraciones ridículas no entienden —o no quieren entender— que el servicio público no es una serie de televisión, y queel ascenso profesional no es un castigo, sino un reconocimiento.
La verdad simple es esta: Indhira no cayó: subió.
Se fue a un espacio donde se necesita cabeza, estrategia y temple.
Quien no lo entienda, que lea más y chismee menos.
Y quienes hoy se sorprenden, tiemblan o inventan… que lo vayan anotando en la agenda:
Quintana Roo está entrando en el tiempo de las mujeres con autoridad, con credenciales, con resultados.
Les guste o no, ellas vienen con paso firme.
Y el ruido, como siempre, terminará donde pertenece:
en el basurero de lo irrelevante.




