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Verde que te quiero guinda (y no como dice Velazco)

*Como ahora vemos a las estrellas del pop de antaño reunirse en tours que más que conciertos parecen retiros grupales del IMSS con luces LED, en la política no cantan mal las rancheras

Por Joaquín Quiroz

Y mientras más se acerca el 2027, más queda al descubierto la infinita capacidad de algunos personajes de la política quintanarroense para tragarse su propio discurso con tal de llamar la atención.

Sí, esos que van por la vida con una mano levantando la bandera de la “pureza morenista” y con la otra afilando cuchillos para atacar al marismo, al Verde y a todo lo que no les rinda pleitesía.

Ahora resulta que el Partido Verde es la encarnación de todos los males, el Judas colectivo, el villano de la película, el causante del calentamiento global y hasta de la extinción del jaguar.

Todo, claro, según los mismos que hace años no llenaban ni una mesa de café con su estructura electoral. Esos que, creyéndose los salvadores de la Cuarta Transformación, vienen a contarnos el cuento de que si Morena no se deslinda del Verde, la debacle está asegurada. Una narrativa hueca, resentida y carente de lógica. Un  absoluto disparate.

Los promotores de este vericueto ideológico no son nuevos. Son los mismos de siempre, disfrazados de “fundadores”, esos que creen que por haber estado cuando se repartían volantes ya tienen derecho a gobernar.

Y el mejor exponente de esta tragicomedia se llama Ricardo Velazco, un diputado local que cada que puede, cual disco rayado, se lanza contra el Partido Verde y el marismo como si fueran sus traumas de la infancia.

Pero vamos a los hechos, porque los números no mienten, aunque a Velazco le urja que olvidemos. En 2022 fue candidato por Morena. ¿Y qué pasó? Perdió. ¿Contra quién? Contra Susana Hurtado, abanderada del Verde.

Sí, la misma Susana que ha sido más volteada que tortilla en comal político, y que venía de fracasos con el PRI, con Nueva Alianza y con quien se dejara. Y aún así, con todo y su historial, le ganó.

¿Y qué hizo Velazco? Nada. Bueno, llorar un poco y luego subirse por la vía plurinominal como “mejor perdedor”, esa medalla de consolación que le permite hoy dar clases de estrategia electoral como si hubiera ganado en las urnas.

Entonces, ¿de qué nos habla este personaje cuando dice que Morena debe ir solo? Si él es la viva prueba de que eso no funciona. Decir que el Verde resta, cuando su estructura territorial y electoral ha sido pieza clave para ganar elecciones, es no solo ignorancia, es arrogancia disfrazada de pureza ideológica.

Porque aquí no se trata de si eres fundador o no, se trata de operar, de tener estructura, de caminar los territorios, de construir. Y mientras el Verde lo hace, fortaleciendo comités, sumando liderazgos y aceitando su maquinaria, los “morenistas de cepa” se entretienen en sentirse mártires del movimiento y en escribir discursos desde el Olimpo de su ego, creyendo que basta con llamarse morenista para ser electo.

Lo he dicho antes y lo repito: en Quintana Roo, si no eres marista, no eres. Si no entiendes que el proyecto de Mara Lezama ha sido el corazón de la transformación en el estado, es porque no quieres ver o porque tu soberbia no te deja aceptar la realidad.

El Verde ha sido un socio estratégico, no un enemigo. Y quien no lo comprenda está condenado a repetir el fracaso de Ricardo Velazco: irse solo, perder y luego subir por la puerta trasera.

Así que, para 2027, más vale dejar de jugar al inquisidor y empezar a sumar. Porque las elecciones no se ganan con nostalgia, se ganan con votos. Y eso, mis cinco lectores, se construye con territorio, estrategia… y estructura. Cosas que el Verde tiene, le guste o no al “operador” Velazco.

Pop tours del fracaso político

Y bueno… así como ahora vemos a las estrellas del pop de antaño reunirse en tours que más que conciertos parecen retiros grupales del IMSS con luces LED, en la política no cantan mal las rancheras.

Porque sí, en estos días de calor político rumbo al 2027, también tenemos nuestros Pop Tours versión política: reuniones de ex figuras, ex poderosos, ex respetados y hasta ex recordados… que ahora buscan que alguien, aunque sea por lástima, los vuelva a ver.

¿Quién no ha visto a esos ex cantantes que en los 90’s movían multitudes y ahora apenas llenan un bar de karaoke en lunes? Pues lo mismo pasa con esos políticos que hace años gozaban del cobijo del poder, del presupuesto y del aplauso fácil.

Y hoy, olvidados por sus propios partidos, excluidos de los nuevos proyectos y más quemados que tostada de fonda, regresan con todo… o con lo que les queda: un ego inflado, una credencial vencida y muchas ganas de volver a morder el hueso.

Así es como se armó en Quintana Roo la asamblea del proyecto Somos, ese intento de partido político que más que una fuerza emergente parece un centro de reciclaje de políticos desechados.

A la cabeza, como coordinadores del Titanic tropical: Gregorio Sánchez y Raymundo King. Dos nombres que suenan más a advertencia que a propuesta. Ambos, expertos en perder campañas, hacer enemigos y desaparecer del mapa político por largos ratos, ahora vuelven cual boy band decrépita que cree que puede llenar estadios… cuando apenas llenan una mesa de café.

Y no es que uno sea cruel —bueno, sí un poco—, pero ¿de verdad creen que con “experiencia” de hace 15 años, donde todo lo hicieron porque tenían el poder a modo y el gobernador de su lado, ahora pueden volver a competir en un escenario donde la gente exige más que discursos refritos y promesas huecas?

El problema no es que quieran volver. El problema es que no entienden que ya fueron. Que mientras ellos desempolvan sus viejos discursos y trajes apretados, la 4T avanza con rostros nuevos, con mujeres y hombres que no necesitan aplaudirse solos porque sí están haciendo algo.

Y claro, como en todo show de nostalgia, no faltan los teloneros: ex regidores frustrados, ex candidatos que no lograron ni el 3%, asesores de café que se dicen estrategas. Todos juntos, apostando a que el electorado sufra un ataque de amnesia colectiva o que, por alguna razón inexplicable, los prefiera a los que hoy tienen resultados que presumir.

Lo de Somos suena más a “Fuimos”… o peor aún, a “Nunca fuimos tanto como creímos”. Porque el pueblo no es tonto y el votante mucho menos. Ya no basta con querer regresar: hay que tener con qué. Y lo único que se ve en esa asamblea es un buffet de hambreados con antojo de fuero, deseando una regiduría como quien ruega por una última canción en el escenario.

Así que, mientras los verdaderos líderes de la transformación siguen trabajando con rumbo al 2027, otros siguen montando su gira de despedida sin saber que el público ya cambió de canal.

Porque sí, señores, no es lo mismo ser el protagonista del desfile que salir en el último bloque disfrazado de relleno político.

Curva peligrosa…

Contar con Mi Gas Natural en Quintana Roo representa una magnífica oportunidad para Cancún, Playa del Carmen y Puerto Morelos.

Esta empresa, reconocida por su responsabilidad social, no solo trae consigo un energético eficiente, seguro y de alta calidad, sino que también demuestra un compromiso genuino con la comunidad.

Desde antes de iniciar operaciones, ha comenzado a socializar su llegada, escuchando a la gente, informando con transparencia y tendiendo puentes con autoridades y vecinos.

La llegada de Mi Gas Natural no es solo un avance en infraestructura energética: es una transformación que mejorará la calidad de vida de miles de familias y marcará un antes y un después en el desarrollo sustentable del Caribe mexicano.

Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.

Mi correo: quirozjoaquin@yahoo.com.mx. Sígueme en X @joaquinquirozc y Facebook porlalibrecolumna #Xlalibre #yotambiensoymalix #soyquintanaroo

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