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Verónica Lezama: el corazón que late por Quintana Roo

* Las imágenes entre Verónica y Mara Lezama lo dijeron todo: hay amor, hay respeto, hay admiración mutua. No es casualidad que estén cambiando el rostro del servicio público en Quintana Roo

Por Joaquín Quiroz Cervantes

En política, hay formas que imponen y formas que transforman. En Quintana Roo, Verónica Lezama ha elegido la segunda: transformar desde el corazón, desde la entraña de lo humano. Y así lo dejó claro en su emotivo, histórico y profundamente significativo informe de labores al frente del Sistema DIF Estatal. Dos años de historias de éxito, pero sobre todo, de historias de vida.

Fue en la capital del estado, Chetumal, donde se congregó la fuerza viva de Quintana Roo para ser testigo de lo que no fue un acto protocolario, sino una declaración de amor por la gente.

Con su hermana, la gobernadora Mara Lezama, acompañándola con el orgullo de quien sabe que está viendo florecer un legado familiar, Verónica dio cuenta de una gestión que ha hecho del DIF algo más que una institución: un refugio, un hogar, una esperanza.

Lo que antes fue sinónimo de simulación, frivolidad y escaparate social, hoy es un sistema que trabaja las 24 horas, los 7 días de la semana, para quien más lo necesita.

El DIF que recibió Verónica era un cascarón hueco, abandonado por seis años recientes y varios más de olvido. Lo que hoy dirige, hombro a hombro, con un gran equipo, es una maquinaria de amor, de atención real, de soluciones tangibles.

Lejos de los cocteles de beneficencia y los discursos huecos, Verónica ha puesto alma, tiempo y cerebro.

Ha sustituido la indiferencia por acción, el elitismo por inclusión, el discurso por resultados. Ha hecho del DIF una casa viva donde los adultos mayores son tratados con dignidad, las infancias con respeto, las familias con acompañamiento, y las personas con discapacidad con atención especializada y amorosa.

No es coincidencia. El apellido Lezama Espinosa trae consigo una historia de entrega. Don Manuel y doña María Elena sembraron valores que florecen hoy en sus hijas: Mara, la primera gobernadora del estado, y Verónica, la presidenta honoraria del DIF. Dos mujeres que, desde trincheras distintas, caminan con la misma brújula: poner al ser humano en el centro.

Verónica Lezama no es política de escritorio. Es gestora, operadora, administradora y madre. Es esa mujer que lo mismo se ve tocando puertas en oficinas federales que abrazando a una madre en un Centro de Desarrollo Infantil. Una mujer que no improvisa, que conoce a fondo el funcionamiento institucional, que sabe de presupuestos, de licitaciones, de normativas, pero sobre todo, de necesidades humanas.

Basta ver los testimonios. Madres y padres agradeciendo el respaldo para cuidar a sus hijos mientras trabajan. Niñas y niños que vencieron al cáncer gracias a gestiones médicas oportunas. Adultos mayores que encontraron en las casas del DIF no un asilo, sino un hogar. Personas con discapacidad que hoy tienen terapias y centros dignos donde recibirlas.

Y si de ideas transformadoras hablamos, pocos casos como el de los festivales comunitarios del Día de Reyes y del Día del Niño y la Niña, que llegaron a más de cien comunidades. Sonrisas, regalos, convivencia: cosas simples, sí, pero profundamente significativas. Días que quedaron tatuados en la memoria emocional de miles de infancias.

Verónica es licenciada en Administración de Empresas Turísticas, con posgrado en Sustentabilidad y Desarrollo. Empresaria con más de dos décadas en el rubro de la elaboración y manejo de alimentos, sabe del trabajo en equipo, del servicio, de los tiempos precisos. Es madre de tres hijos –Miguel, Romina y Juan Pablo–, y esposa de Miguel Ángel Zenteno, desde hace casi 30 años. Una mujer que viene de una gran familia y ha formado una propia con los mismos valores.

Esa congruencia entre el hogar y lo público se nota. No hay en su gestión poses, sino causas. No hay frivolidad, sino vocación. No hay simulación, sino cercanía. Y por eso, su liderazgo es genuino, y su presencia al frente del DIF ha sido, sin duda, una de las mejores decisiones del gobierno actual.

Curva peligrosa…

El acto del informe no fue solo un parteaguas institucional: fue una muestra de respaldo político y social. Con la clase política quintanarroense en pleno, desde el senador Gino Segura hasta presidentas y presidentes municipales, diputadas y diputados, empresarios, dignatarios mayas, y ciudadanía que llenó el recinto. Todos testigos de una tarde donde la emoción fue protagonista.

Las imágenes entre Verónica y Mara Lezama lo dijeron todo: hay amor, hay respeto, hay admiración mutua. No es casualidad que estén cambiando el rostro del servicio público en Quintana Roo. Cuando hay amor, las cosas se hacen bien. Y eso, en un estado que ha sufrido tanto por malos gobiernos, es una bocanada de aire fresco.

Bien por el trabajo hecho en las diversas direcciones del DIF, muy en especial la labor realizada por Mariana Ríos y el equipo de Comunicación Social del DIF, impecables en su labor. Bien por la organización del evento, sin excesos ni superficialidades. Bien por cada colaborador del DIF que ha entendido que servir es un acto de amor.

Y, sobre todo, bien por Verónica Lezama, que ha demostrado que el poder, cuando se pone al servicio del corazón, no solo transforma instituciones, transforma vidas.

Honor a quien honor merece.

Y recuerden… esto es sólo para informad@s, si ustedes no estuvieran ahí leyendo yo no estaría aquí escribiendo, y si ser Malix el Huso Horario, el Whatsapp, el Facebook, X, la CFE, López, el Covid19, los troles y envidiosos nos lo permiten, nos leemos pronto, Dios mediante, pero que sea XLaLibre.

Mi correo: quirozjoaquin@yahoo.com.mx. Sígueme en X @joaquinquirozc y Facebook porlalibrecolumna #Xlalibre #yotambiensoymalix #soyquintanaroo

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